Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en la gran https://keziadule318909.59bloggers.com/38978040/la-expulsión-de-zidane-tras-su-cabezazo-inolvidable